El Celebrante puede invitar a los participantes, provistos de una vela, a encender el cirio pascual, mientras él, haciendo esta traditio lucis, le dice a cada uno (o a la comunidad, adaptando la fórmula):
"Ve y lleva la luz de Cristo Resucitado a los hermanos que encuentres"
Todos responden: "Amén".
Después se renueva la alianza fundamental del Bautismo.

P El Bautismo es la Pascua del Resucitado participada con el hombre. Concluyamos nuestro itinerario renovando las promesas bautismales, agradecidos al Padre que continúa llamándonos de las tinieblas a la luz de su Reino.

Hermanos, si queréis seguir al Resucitado por los caminos del mundo:

P ¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
T Renuncio.

P ¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado?
T Renuncio.

P ¿Renunciáis a Satanás y a todas sus obras?
T Renuncio.

P ¿Creéis en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
T Creo.

P ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha de del padre?
T Creo.

P ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?
T Creo.

P Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo, y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, para la vida eterna.
T Amén.

Canto.