Canto

P En el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo
T Amén

P La vida es un camino continuo. En este camino nosotros no estamos solos. El resucitado ha prometido: "Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20). La vida debe ser un camino de continua resurrección. Estamos aquí reunidos, hermanos y hermanas, para tomar conciencia de nuestra vida como itinerario pascual con el Resucitado que ilumina nuestros pasos. Un día le dijo un escriba al Maestro: "Yo te seguiré a donde quiera que vayas" (Mt 8, 19). A dondequiera: al Calvario, a lo largo del Via Lucis. Volveremos a descubrir la resurrección como fuente de la paz, como estimulante de la alegría, como estímulo a la novedad de la historia. La escucharemos proclamada en el texto bíblico, comentada en la experiencia espiritual, ampliada por la actualización en el hoy de nuestra vida. Que es el "hoy" de Dios.

Pausa de meditación)

T  Alégrate, Madre de la luz:
    Jesús, sol de justicia,
    Venciendo las tinieblas del sepulcro
    ilumina todo el universo.
    Aleluya.

P  Oremos. Infunde en nosotros, oh Padre, tu Espíritu de Luz, para que podamos penetrar en el misterio de la Pascua de tu Unigénito, que señala el verdadero destino del hombre. Que no es el final de todo, sino la novedad de todo. Porque la última palabra es la tuya, oh Padre, que nos llevas a nosotros tus hijos de la muerte a la vida. Danos el Espíritu del Resucitado y haznos capaces de amar. Así seremos testigos de tu Pascua.


T  Amén